El Orlando Magic ha comenzado la temporada 2025-26 con una energía renovada, demostrando que su evolución va más allá de las expectativas. Tras una campaña anterior que dejó señales de madurez y solidez defensiva, el conjunto dirigido por Jamahl Mosley arranca el nuevo curso con la mira puesta en convertirse en una fuerza real dentro de la Conferencia Este.
Un arranque con ritmo y ambición
Los primeros juegos dejaron un mensaje claro: este Magic no quiere ser un equipo más en reconstrucción.
Con victorias contundentes ante Miami Heat (120-104 y 125-121) y un sólido triunfo frente a los Pelicans (132-125), Orlando mostró una ofensiva más dinámica, versátil y confiada.
Sin embargo, la irregularidad sigue siendo un factor por resolver. Las derrotas frente a Atlanta (107-111) y Chicago (98-110) recordaron que la constancia será clave si quieren dar el salto definitivo. Con un registro actual de 1-2, el equipo se mantiene en la lucha dentro de una conferencia cada vez más competitiva.
Los pilares del progreso
El crecimiento de Paolo Banchero continúa siendo el eje del proyecto. Su capacidad de liderazgo en la cancha, combinada con el talento y la movilidad de Franz Wagner, está impulsando un Magic más ofensivo sin perder la esencia defensiva que los caracterizó la temporada pasada.
El equipo promedia más de 110 puntos por partido, una cifra que refleja el avance en ataque respecto al curso anterior, cuando su mayor fortaleza estaba del otro lado del balón.
Fortalezas que iluminan
- Mayor confianza ofensiva: Orlando ya no depende únicamente del control defensivo. Sus transiciones son más veloces y la circulación del balón ha ganado fluidez.
- Juventud con experiencia: Banchero, Wagner y Suggs conforman un núcleo joven que, pese a su edad, ya ha probado el sabor de la postemporada.
- Motivación colectiva: cada jugador parece entender su rol, y eso le da al equipo una identidad más clara y coherente.
Sombras por disipar
No todo es brillo. Las derrotas ante equipos de nivel medio evidencian que el Magic aún sufre cuando se enfrenta a rivales con ritmo ofensivo alto o dominio en los tableros.
Los ajustes defensivos y la consistencia fuera de casa serán determinantes si quieren mantenerse entre los ocho primeros.
Lo que viene: una temporada para soñar
El Magic podría sorprender a más de uno si logra equilibrar sus virtudes. Su estilo rápido, su juventud y su creciente química podrían llevarlos a cerrar la temporada con un registro entre 48 y 50 victorias, posicionándolos como un contendiente serio en el Este.
Con un calendario exigente y duelos clave en noviembre ante los Celtics, Hawks y Warriors, Orlando tendrá la oportunidad de demostrar si su nuevo brillo no es solo un destello pasajero, sino el reflejo de un futuro prometedor.
Porque si algo está claro en este inicio de temporada es que el Magic no solo juega mejor: cree en sí mismo.
@wil-walteros
