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Pesca ilegal: uno de los mayores delitos ecológicos de Colombia

La pesca ilegal en Colombia y el mundo es una práctica que afecta de una manera negativa e irreversible el equilibrio de nuestros océanos. El negocio es tan desigual, que por cada tiburón pescado en el caribe colombiano para despojarlo de su aleta, los pescadores ganan solamente 20.000 mil pesos, es decir, unos 5 dólares estadounidenses por cada aleta y en Asia se vende por 220 dólares cada una.

En lo corrido del año 2023, la Armada de Colombia ha incautado más de 8,3 toneladas de pesca ilegal en el Pacífico colombiano.
Fuente: revistaraya.com

La pesca ilegal en los océano de Colombia y de América Latina está causando estragos para la vida marina y para la economía de los habitantes de las zonas costeras de los diferentes países afectados por esta problemática, según un estudio de la universidad de Washington, estima que en Sudamérica, la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, priva a los países del 8 al 15% de sus capturas anuales.

La pesca ilegal genera hasta 36.000 millones de dólares al año y representa uno de cada cinco pescados consumidos en el mundo. Esto la convierte en la sexta mayor industria ilícita del mundo (la falsificación de ropa y tecnología es la mayor, con 1.100 millones de dólares, mientras que las drogas ilegales ocupan el segundo lugar, con 650.000 millones).

Unidades de la Armada de Colombia en operaciones de control marítimo en el Pacífico Colombiano, interceptaron cinco embarcaciones de bandera ecuatoriana, cerca al área general del Parque Nacional Natural Malpelo cuando realizaban faena de pesca ilegal sin los permisos correspondientes. El personal militar encontró que los sujetos transportaban 720 kilogramos de pez dorado. Cortesía: Armada Nacional de Colombia – Abril 2024

El actor principal que genera esta problemática de sobreexplotación marina es la flota pesquera china que de su capacidad de 3.000 buques, ya que cada año, el 20% de su capacidad se estaciona en aguas de la región, es decir más de 700 barcos chinos con afiliaciones con personas y empresas locales le arrebatan al océano una cantidad incalculable de recursos marinos y especies marinas.

En Colombia se desarrollan dos tipos de pesca, la industrial que se lleva a cabo en el océano atlántico y pacifico, y la pesca artesanal que se lleva a cabo en ambas costas y aguas continentales (ríos, lagos, lagunas, sierras y embalses).

Unidades de Guardacostas de la Armada de Colombia incautaron 1.2 toneladas de almeja, especie que fue extraída de forma ilegal de aguas del río Magdalena a la altura del sector conocido como Caño del Torno. Cortesía: Armada Nacional de Colombia – Enero 2024

La mayoría de las confiscaciones se realizaron en el Pacífico, alrededor de las remotas islas Malpelo y Gorgona, dos parques naturales protegidos con una gran biodiversidad amenazada, según el Ministerio de Defensa. 

La región del Pacífico en particular es escenario de “multicrímenes” ambientales, que involucran tanto a pescadores ilegales como a traficantes de madera, dijo el Capitán Javier Augusto Bermúdez, de la Armada de Colombia. 

Las fotografías publicadas por el ministerio muestran decenas de peces sin cabeza recolectados periódicamente por las autoridades. La fauna y la flora frente a la costa caribeña también están seriamente amenazadas, afirmó Bermúdez. 

En ríos como el Orinoco, cuya cuenca comparte Colombia con Venezuela, los delfines rosados ​​también son víctimas de la pesca ilegal. 

La ley colombiana castiga la pesca ilegal con hasta nueve años de prisión. En Colombia, uno de los países con mayor biodiversidad del mundo, más de 1.400 especies viven en agua dulce y al menos 2.000 en los mares, según el Instituto von Humboldt, una organización civil sin fines de lucro asociada al Ministerio de Medio Ambiente de Colombia.

Las embarcaciones ilegales recorren las costas del pacífico colombiano. Cortesía: Armada Nacional de Colombia – Enero 2024

En 2021, el ex presidente Ivan Duque aprobó el decreto No 281 en donde anunció una prohibición total de pesca de tiburón para todas las industrias pesqueras en Colombia, buscando convertir todas las aguas del país en un santuario de tiburones.

Sin embargo, las embarcaciones chinas, apoyadas por empresas legalmente constituidas en Colombia utilizan prácticas de pesca totalmente destructivas como lo son la pesca de arrastre de fondo, un método en donde lanza una gran red que se arrastra por el fondo arrasando a su paso raros ecosistemas de esponjas y corales de aguas profundas que pueden tardar milenios en desarrollarse.

Detener la pesca ilegal en Colombia requiere un enfoque multifacético que combine acciones legales, educativas y comunitarias. El gobierno debe fortalecer la legislación y la aplicación de su ley, además mejorar la vigilancia en sus océanos.

Pero esta no es una tarea solo del gobierno colombiano, es también nuestra y nosotros como ciudadanía debemos comenzar por educar y concientizar.

La educación debe comenzar por las escuelas, especialmente aquellas localizadas en zonas costeras y turísticas frente al mar. Debemos enseñar a nuestros pescadores sobre la protección de los recursos pesqueros, promover la pesca sostenible y alternativas económicas.

No podemos olvidar que la defensa de nuestros océanos es una tarea de todos.

@maite-burgos

Maite Burgos

Maite Burgos
@maiibgo
Periodista - Journalist

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